Por qué las mujeres necesitan dormir más que los hombres

Estudios muestran que, debido a factores biológicos y sociales, las mujeres requieren más sueño y con mayor profundidad; dormir hasta tarde los fines de semana ayuda, pero no compensa completamente la deuda acumulada.
El sueño es una necesidad universal, pero investigaciones recientes muestran que las mujeres no solo duermen de manera diferente a los hombres, sino que también necesitan dormir más. Según DW, en promedio, ellas duermen entre 11 y 13 minutos más cada noche, y algunos estudios sugieren que podrían necesitar hasta 20 minutos adicionales para mantener funciones diurnas complejas como la multitarea, la regulación emocional y el equilibrio hormonal.
Durante la primera mitad del ciclo menstrual, la fase folicular, el aumento de estrógeno mejora la calidad del sueño y la fase REM, vinculada a la memoria y el procesamiento emocional. En la fase lútea, sin embargo, la progesterona puede generar somnolencia y aumentar los despertares nocturnos, reduciendo hasta un 27% el sueño profundo.
Más allá de la biología, los factores sociales también afectan el descanso femenino. Sabrina, residente en Karachi, describe cómo las exigencias diarias de trabajo y tareas domésticas la obligan a dormir menos de lo necesario durante la semana, compensando con largas siestas los fines de semana. Por su parte, Clara, profesional autónoma en Berlín, destaca la importancia de la flexibilidad laboral para ajustar sus horas de sueño según la necesidad.
El psicólogo del sueño Julio Fernández-Mendoza explica que las mujeres requieren más fase N3 (sueño profundo) y REM. Incluso en condiciones controladas de laboratorio, ellas duermen más y con mayor profundidad que los hombres, una adaptación que podría estar relacionada con la capacidad de la mujer para crear y mantener vida.
No obstante, las mujeres presentan síntomas de insomnio con el doble de frecuencia que los hombres, comenzando desde la pubertad. Dormir hasta tarde los fines de semana ayuda a aliviar la somnolencia, pero no revierte completamente los efectos acumulados del déficit de sueño en la salud y el rendimiento cognitivo, como la atención y el tiempo de reacción.
Para un descanso adecuado, los expertos recomiendan mantener horarios regulares, priorizar la calidad del sueño y atender a las necesidades individuales de descanso, que varían según biología, edad y estilo de vida.