Parches para adelgazar: entre la moda y el riesgo

Se han convertido en tendencia en redes sociales y prometen resultados rápidos sin esfuerzo. Sin embargo, especialistas advierten que carecen de respaldo científico y pueden poner en riesgo la salud.
En medio de la creciente búsqueda de métodos rápidos para perder peso, los llamados parches para adelgazar se han popularizado en redes sociales bajo nombres como Weightless o Diet Patch. Estos adhesivos se colocan en zonas como la muñeca o el abdomen y, según la publicidad, liberan sustancias “naturales” —como cafeína, té verde, taurina o berberina— que supuestamente reducen el apetito o aceleran el metabolismo.
La promesa parece tentadora: resultados “mágicos” sin necesidad de dieta ni ejercicio. Sin embargo, los especialistas son claros: no existe evidencia científica sólida que respalde su eficacia. A diferencia de terapias transdérmicas comprobadas, como los parches de nicotina o anticonceptivos, los supresores del apetito no han demostrado efectividad a través de la piel.
Un informe de Medical News Today coincide con lo señalado por endocrinólogos y nutricionistas: la piel no absorbe de forma suficiente estos compuestos para generar cambios metabólicos significativos. Además, al tratarse de suplementos y no de fármacos regulados, no siempre es posible verificar la composición real ni la dosis de los ingredientes.
El riesgo no solo radica en la ineficacia. Estos productos pueden generar una falsa sensación de seguridad y reforzar hábitos poco saludables relacionados con el peso, fomentando la idea de que existen soluciones rápidas sin esfuerzo.
Los expertos insisten en que la pérdida de peso sostenible requiere cambios en la alimentación, actividad física y, en algunos casos, acompañamiento médico, desestimando el uso de métodos que carecen de sustento científico y podrían afectar la salud física y mental de quienes los consumen.