EEUU planea crear “Fuerza de Reacción Militar Inmediata” para controlar estallidos sociales

El Gobierno de Donald Trump estudia la creación de un grupo militar capaz de desplegarse en cualquier zona del país en caso de disturbios civiles, según documentos filtrados al Washington Post.
El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, trabaja en la creación de una “Fuerza de Reacción Inmediata ante Disturbios Civiles Internos”, destinada a responder rápidamente ante estallidos sociales en cualquier parte del país, según reveló el diario estadounidense The Washington Post.
Se trataría de un grupo compuesto por alrededor de 600 soldados en estado de alerta permanente, listos para acudir a la zona requerida en apenas una hora. La fuerza estaría dividida en dos grupos iguales, uno ubicado en una base militar en Alabama y otro en Arizona, según detallan los documentos del Departamento de Defensa.
El proyecto contempla un despliegue ágil, aunque costoso, debido a la necesidad de aeronaves y tripulaciones disponibles las 24 horas. Como alternativa, se contempla el transporte mediante aerolíneas comerciales para reducir costos. El plan podría concretarse antes del año fiscal 2027, financiado a través del presupuesto del Pentágono o mediante fuentes alternativas de financiamiento.
Actualmente, ya existe un grupo especializado en respuesta rápida a disturbios, pero la nueva propuesta ampliaría las facultades de las Fuerzas Armadas, permitiendo movilizar soldados de un estado a otro según las necesidades del Gobierno, algo que hasta ahora estaba limitado.
Este anuncio se produce tras recientes despliegues ordenados por Trump, incluyendo el uso de la Guardia Nacional en Washington D.C. para enfrentar la delincuencia y retirar personas en situación de calle, así como el despliegue de 5.000 efectivos en Los Ángeles en junio para controlar protestas contra redadas migratorias.
El uso de fuerzas militares para controlar disturbios civiles no es nuevo bajo Trump. Durante su primer mandato, utilizó estos efectivos para enfrentar protestas por la muerte de George Floyd en 2020 y el asalto al Capitolio en 2021, movilizando miles de soldados en respuesta a eventos de alto impacto social y político.
Analistas advierten que la creación de esta fuerza podría generar debates sobre derechos civiles, militarización y límites de las Fuerzas Armadas en tareas domésticas, un tema sensible en un país con una larga tradición de separación entre seguridad interna y ejército.
