Salud

La falta de sueño se alza como nuevo factor de riesgo en el suicidio adolescente

adolescentes sueno
Fuente Biobio

Un estudio de la Universidad de Warwick reveló que dormir poco o tener un sueño interrumpido durante la adolescencia temprana puede aumentar significativamente el riesgo de intentos de suicidio años después, incluso más que la depresión.

Una investigación de la Universidad de Warwick en el Reino Unido identificó un inesperado y poderoso factor de riesgo asociado al suicidio adolescente: la falta de sueño. El estudio, publicado en la revista Sleep Advances, analizó los patrones de descanso y bienestar mental de más de 8.500 jóvenes, demostrando que dormir mal en la adolescencia temprana puede tener consecuencias graves años después.

Los investigadores descubrieron que los adolescentes que dormían menos horas o presentaban sueño interrumpido entre los 13 y 14 años tenían mayor probabilidad de intentar suicidarse a los 17 años. Este hallazgo se mantuvo incluso al controlar factores como el nivel socioeconómico, antecedentes de autolesiones o problemas de salud mental.

“La adolescencia es un período de desarrollo crucial en el que tienden a surgir tanto problemas de sueño como riesgo de suicidio”, explicó Michaela Pawley, del Departamento de Psicología de la Universidad de Warwick. “Nuestros hallazgos muestran que los adolescentes con dificultades para mantener un sueño adecuado tienen más probabilidades de intentar suicidarse varios años después. Dormir mal no es solo un síntoma, sino un factor de riesgo en sí mismo”.

Los investigadores señalaron que el mal dormir resultó ser un predictor más fuerte que los síntomas depresivos o el riesgo psicosocial. Además, los jóvenes con mejores habilidades para tomar decisiones racionales mostraron cierta protección ante los efectos negativos del mal sueño, aunque esta ventaja se diluía si los despertares nocturnos eran frecuentes.

La directora del Laboratorio de Dolor y Sueño de la misma universidad, Nicole Tang, enfatizó la importancia de abordar este problema: “Necesitamos reconocer que la falta de sueño y la interrupción de este no son quejas triviales: pueden desgastar las defensas e impulsar comportamientos con consecuencias de vida o muerte. Si podemos identificar y apoyar mejor a los adolescentes que luchan con el sueño, es posible que podamos reducir los intentos de suicidio”.

Aunque los especialistas advierten que se requiere más investigación, el estudio refuerza la idea de que el sueño debe ser una prioridad en la salud mental adolescente. Dormir bien no solo mejora la concentración y el ánimo, sino que podría ser un factor protector frente a las conductas suicidas.

artwork
al aire
Loading Title
Loading