El Maule celebró su identidad en el Festival Creativo Pablo de Rokha

Gastronomía, arte, música y patrimonio se unieron en la quinta edición del Festival Creativo Pablo de Rokha – Epopeyas de las Comidas y Bebidas de Chile, que recorrió Talca, Licantén y Curepto, rindiendo homenaje al legado del poeta y al espíritu creativo del Maule.
Con tres jornadas cargadas de sabor, arte y memoria, el Maule vivió la quinta edición del Festival Creativo Pablo de Rokha – Epopeyas de las Comidas y Bebidas de Chile, una celebración que recorrió Talca, Licantén y Curepto, uniendo gastronomía, música, poesía y patrimonio en una experiencia cultural única.
Organizado por Maule Creativo y financiado por la Convocatoria 2024 del Programa de Fortalecimiento de Ferias, Festivales, Encuentros y Mercados de la Economía Creativa del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el festival rindió homenaje al espíritu del poeta licantenino Pablo de Rokha y a su obra Epopeya de las Comidas y Bebidas de Chile, proponiendo un viaje sensorial por la identidad maulina.
Durante los días 16, 17 y 18 de octubre, la programación ofreció un recorrido que comenzó en Talca con el Laboratorio para Creativos “Diversificar”, un almuerzo patrimonial en el Restaurante Quinta Chanchá y un conversatorio sobre territorios creativos junto a representantes del Biobío, Ñuble, Valparaíso y O’Higgins. Luego, el festival se trasladó a Gualleco, Curepto y Licantén, donde se realizaron rutas patrimoniales y actividades en el Campo Cultural Llongocura, conectando la memoria culinaria con expresiones artísticas y comunitarias.
El evento incluyó presentaciones de Gabriel Huentemil, La Terrible Colmena, Río Río, Verso de Rokha y la Compañía Hágase Payasito, además de un mercado creativo con muestras de artesanía, literatura y productos locales. Todo en un ambiente al aire libre que permitió disfrutar la cultura viva del Maule.
Para Pamela Villagra, directora de la Ruta de los Abastos de la Sexta Región, el festival es un referente de desarrollo cultural desde la creatividad. “Las industrias creativas nacieron para desaprender y volver a hacer, y este festival encarna ese espíritu. Maule debe seguir perseverando en esta senda de innovación y encuentro”, señaló.
El chef Marcelo Pinto, encargado del área gastronómica, destacó la conexión entre cocina y territorio. “Cocinamos con el corazón, desde lo simple. Recuperamos recetas antiguas, saberes campesinos y, sobre todo, a las personas. Este festival muestra esa cocina viva que une generaciones y rescata lo que somos”, expresó.
Desde Valparaíso Creativo, Alexandra Garín subrayó el valor del intercambio entre regiones. “Lo que está haciendo el Festival Creativo del Maule es una experiencia valiosa para que otras regiones aprendan de cómo se desarrollan iniciativas culturales en territorios rurales”, comentó.
Por su parte, Carmen Andrés de Mantilla, gestora cultural de Chillán, valoró la articulación de experiencias territoriales. “Estoy muy agradecida de poder conectar con otros agentes culturales y ver cómo el Maule impulsa las economías creativas desde su identidad local”, indicó.
Con una alta participación y una programación diversa, el Festival Creativo Pablo de Rokha reafirmó al Maule como una potencia cultural del sur de Chile, donde la poesía, la cocina y la música se entrelazan para mantener viva una epopeya que sigue escribiéndose con las manos, la voz y el corazón maulino.