Dos años de la guerra en Gaza: más de 66 mil palestinos muertos y una crisis humanitaria sin precedentes
A dos años del ataque de Hamás contra Israel, que dejó 1.200 israelíes muertos, la ofensiva militar israelí sobre Gaza ha causado devastación masiva, con miles de víctimas, desplazamiento total de la población y una infraestructura casi destruida.
Este martes 7 de octubre se cumplen dos años desde los ataques perpetrados por Hamás contra Israel, que dejaron 1.200 personas muertas y otras 250 secuestradas. En respuesta, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ordenó una ofensiva terrestre y aérea en la Franja de Gaza que, según cifras de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), ha provocado más de 66 mil muertes, incluyendo al menos 18.430 niños.
En el segundo aniversario del conflicto, la UNRWA publicó un balance que da cuenta del impacto devastador en la población civil. Casi todos los habitantes de Gaza han sido desplazados, muchos en repetidas ocasiones, mientras cerca del 80% de las estructuras del territorio han resultado dañadas o destruidas. A esto se suma la muerte de más de 370 trabajadores humanitarios y el colapso de gran parte del sistema sanitario, con menos del 40% de los hospitales operando parcialmente.
La crisis alimentaria también ha alcanzado niveles extremos. La agencia reportó una hambruna declarada en la provincia de Gaza y advirtió que podría extenderse a otras zonas. Desde marzo de 2025, las autoridades israelíes prohibieron el ingreso de ayuda humanitaria, dejando retenidos fuera del enclave los alimentos suficientes para tres meses. Más del 98% de las tierras de cultivo están inutilizables y ya se registran 455 muertes relacionadas con la desnutrición, entre ellas más de 150 niños.
El panorama educativo y sanitario es igualmente crítico. Cerca de 660 mil niños han debido interrumpir sus estudios por tercer año consecutivo y el 92% de los edificios escolares requieren reconstrucción total. En materia de salud, se han detectado brotes de enfermedades infecciosas y un aumento sostenido de afecciones respiratorias, mientras el 90% de las infraestructuras de agua y saneamiento fueron destruidas. A dos años del inicio de la guerra, Gaza enfrenta una de las peores crisis humanitarias del siglo XXI.
