Gobierno autoriza megaproyecto de Casino Dreams en Talca sin evaluación ambiental pese a riesgos advertidos

La construcción del nuevo casino se ubicará en terrenos inundables colindantes a un humedal urbano protegido, sin haber pasado por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
En el centro de Talca, entre los restos de la ex Fital y la ribera del Río Claro, avanza un polémico megaproyecto impulsado por la Asociación Gremial Agrícola Central y la Sociedad Ríos Claros S.A., filial de Dreams, que operará el nuevo casino de la ciudad. Pese a informes técnicos que alertaban sobre riesgos de inundación y la cercanía con un humedal recientemente protegido, el Gobierno decidió no exigir una evaluación ambiental previa. La resolución, firmada por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) del Maule, permite que la obra siga adelante sin consulta ciudadana ni estudios independientes, lo que ha generado críticas desde diversos sectores.
El proyecto comenzó a gestarse en 2022, cuando la Superintendencia de Casinos de Juego adjudicó a Dreams la concesión del casino municipal. Desde entonces, ha enfrentado una serie de objeciones por parte de urbanistas, ambientalistas y entidades técnicas como la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), el SEA y la Municipalidad de Talca. Estas instancias advirtieron sobre los riesgos asociados a construir en una zona históricamente inundable y con un acuífero vulnerable, especialmente considerando que en 2024 el Ministerio del Medio Ambiente reconoció al Cajón del Río Claro como humedal urbano bajo la Ley 21.202.
A pesar de que el terreno colinda con el humedal protegido y se encuentra a menos de 500 metros de su límite, el SEA resolvió que no era necesario someter el proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. La decisión se basó únicamente en antecedentes entregados por los propios desarrolladores, sin contrastarlos con informes externos. Documentación oficial muestra al menos cinco reuniones entre representantes del proyecto y autoridades del SEA y del Ministerio del Medio Ambiente, lo que ha generado sospechas sobre posibles presiones indebidas, especialmente considerando la cláusula que obliga a Dreams a tener el casino operativo antes de octubre de 2026 o perder la concesión.
Actualmente, el proyecto aún debe conseguir varios permisos sectoriales para iniciar obras, pero las organizaciones ciudadanas y ambientales no descartan acudir a instancias como la Superintendencia del Medio Ambiente, la Contraloría o los tribunales ambientales para frenar la iniciativa. El humedal afectado alberga especies protegidas y cumple funciones ecosistémicas clave, como la mitigación de inundaciones y la recarga de acuíferos. La pavimentación del terreno podría alterar gravemente estos equilibrios naturales. La controversia sigue abierta y promete nuevos capítulos en una historia donde el desarrollo urbano y la protección ambiental siguen en conflicto.
