Trump y Harris se enfrentan por primera vez en un debate marcado por tensiones y ataques personales
El primer debate presidencial entre la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el exmandatario republicano Donald Trump fue un encuentro cargado de tensión. En un gesto simbólico, ambos se estrecharon la mano al inicio, aunque las cordialidades pronto dieron paso a un intercambio acalorado, marcado por gestos de desaprobación y sonrisas irónicas, evidenciando la fuerte rivalidad entre los candidatos.
Trump criticó duramente la gestión de Harris y la administración Biden, señalando que su presidencia convertiría a Estados Unidos en una “Venezuela con esteroides”, en referencia a su postura sobre la inmigración ilegal. Harris, por su parte, tachó de “tragedia” los intentos de Trump de dividir a la sociedad estadounidense utilizando la raza como arma política, reafirmando su compromiso con la unidad del país.
El debate tocó temas sensibles como el aborto y el control de armas. Trump insistió en sus habituales afirmaciones polémicas sobre los demócratas, mientras Harris aprovechó la oportunidad para aclarar que ella y su compañero de fórmula, Tim Walz, son propietarios de armas, negando las acusaciones de querer confiscarlas.
La interacción entre ambos candidatos fue un adelanto de lo que será una campaña electoral intensa de cara a las elecciones del 5 de noviembre, donde ambos contendientes llegan empatados en las encuestas, especialmente en los estados clave.
